El bosque mediterráneo de Sant Miquel
Frondoso y casi en estado puro, se trata de una pineda con un predominio del pino carrasco y algunos ejemplares de encinas (Quercus rotundifolia) cuyo sotobosque está compuesto por un matorral termófilo muy diverso que se encuentra en un estado de conservación óptimo. En él se desarrollan arbustos como el brezo (Erica arborea / Erica multiflora), el enebro (Juniperus communis), la murta (Myrtus communis), el lentismo (Pistacea lentiscus), además de planta aromáticas y, en las zonas de humbría y mayor humedad, las lianas.
Pino carrasco (Pinus halepensis)
Es el árbol más abundante del paraje. Ocupa las vertientes más soleadas. Recibe su nombre por el color grisáceo de su corteza.
Fruto de la construcción del ermitorio y la masía anexa, se produce la roturación de parte de la ladera oeste. En ella se desarrollaran cultivos tanto de regadio, aprovechando el manantial, como de secano, entre los que destacarán los ejemplares de olivos centenarios.
Todavía pueden observarse entre la pineda ejemplares centenarios de algarrobos y olivos, vestigios de antiguos cultivos hoy día desaparecidos.
Las lianas del bosque
Las lianas como la madreselva (Lonicera etrusca G. Santi)o la hiedra (Hedera helix L.) se enredan por los troncos de los árboles haciendo del bosque un lugar impenetrable y un refugio ideal para los mamíferos más pequeños que habian en el.
Arbusto de tallos delgados y espinosos, con hojas acorazonadas. Los frutos en forma de bayas se disponen en racimo. Las raices de la planta se han utilizado para la elaboraicón de una bebida refrescante similar al refresco comercializado por Coca-cola.
Planta aspera debido a las espinas que tiene en el tallo cuadrangular, así como en los bordes de las hojas, que la protegen y a la vez le ayudan a encaramarse.